Vivencias que dejan huellas

Cada día se forja una historia en nuestras vidas con diferentes situaciones que nos van sucediendo, sin embargo sólo algunas van dejando huellas en nuestra memoria.

¿Amistad?


En ofuscados recuerdos te encuentras tú, con tu lento hablar y una mirada temerosa, tímida, pero llena de calor y amor. Nos encontrábamos uno frente al otro, y entre el murmullo del resto sólo intercambiamos un par de palabras, las que avanzados los minutos y segundos no continuaron. Paso el tiempo, y lo que una vez habíamos dicho, no se volvió a repetir, y así cada uno continuo en mundos diferentes pero similares a la vez. Te borre de mi mente, pues no significaste nada para mí, sin embargo, nuevamente nos volvimos a encontrar y embarcados en un mismo viaje, hacia un mismo lugar, comenzamos nuestro viaje de amistad. Cada día que pasaba nuestras conversaciones se hacían más largas y profundas, y sin darnos cuenta te convertiste en una persona muy importante para mi. Sin vernos, mateníamos largas conversaciones por teléfono y del 100% de ellas, mas del 80% eran tonteras, las que provocaban grandes risotadas en cada uno de nosotros. Caminamos juntos largos trechos, sin aburrirnos ni cansarnos, pues cada uno ayudaba al otro a poder continuar. Compartí mi vida junto a ti, te entregue todo lo que en ella había, te di a conocer mis secretos, anhelos, ilusiones y deseos, en fin, muchas cosas que eran parte de mi, y ahora de ti, y lo mismo recibí yo, alimentando así cada vez más esta hermosa amistad. Con cada una de las miradas nos convertíamos en cómplices de lo que ocurría a nuestro alrededor. Sin la necesidad de hablar, ya sabías lo que me pasaba, y con sólo un abrazo me lo decías todo, haciéndome entender que cada día que pasaba, estarías junto a mi, como un amigo incondicional.

Tu cariño y comprensión se apoderaron de mí, y tu ausencia no la quería vivir, pero esto empezó a suceder, a paso lento comenzó la disociación, y cada día que pasaba la distancia nos separaba. Ocurrió, sin previo aviso dejaste de ser aquel amigo incondicional, porque según tú, en aquella lejanía, buscamos otro tipo de amistad. Fue tan simple para tí decir eso, sin importar como me sentía o que me ocurría, largabas frases y oraciones como si nada, y sin poder ver tu rostro, alguna expresión que explicara lo que estaba viviendo, continuabas con tus palabras.

Siempre he pensado que conversar por msn se hace complejo, porque no se sabe la intención con la que el otro esta diciendo las cosas y por otro lado, es la manera más fácil de hablar, porque no estas cara a cara, y esta ocación no fue la excepción. Con frases y oraciones cortadas y sin mirarnos a la cara, esta historia finalizaba.

Hoy, trato de analizar todo lo que vivimos y relacionarlas con tus palabras, simplemente no le encuentro sentido, no entiendo que sucedió o que tuvo que ocurrir para que esto se desvaneciera y llegara a su final. Hoy, ya no quiero pensar, sólo tratar de borrar cada uno de los recuerdos, porque se que no estarás.

Tu y yo


Inmovilizados y taciturnos los momentos que me encuentran junto a tí
Tras el tumulto de la gente que se agolpa en nuestro caminar
Mas nuestras miradas se detienen en un mismo observar, tu y yo
Es el punto fijo que nos logró atrapar
Y así recorrimos la noche, entre sonidos ensordecedores que acompañan nuestro andar,
Y en desaparecidas situaciones,
En donde un mismo lugar nos hizo avanzar tras un rumbo diferente que nos mueve,
Pero que no nos aleja de un volvernos a encontrar.
Nuevamente te vi, pero esta vez junto a mi,
Sintiendo por instantes tu olor cautivando asi mi interior,
Y con la voz entrecortada intercambiamos palabras
Las que temerosas se deslizaron mientras nuestras miradas se acoplaban
Y así avanzó el tiempo, hasta llegar al momento de la separación.