Vivencias que dejan huellas

Cada día se forja una historia en nuestras vidas con diferentes situaciones que nos van sucediendo, sin embargo sólo algunas van dejando huellas en nuestra memoria.

Contigo ...


No puedo, no quiero y no me acostumbrare jamás a no tenerte, a no leerte, a no besarte, a no escucharte. Te metiste profundamente en mi vida que sentirte aunque sea un día lejos, me angustia. 
Te necesito en todo momento, aún cuando la molestia se apodera de mi y rechazo tu presencia. Intenta abrazarme fuertemente, no me dejes ni manifiestes indiferencia. Porque lo único que en ese momento quiero es que me ayudes a calmar mi tormenta. 
No dejes de mirarme, aunque me ruborice y avergüence, tus ojos me dan vida y sólo los míos pueden anclarse a tu pupila. Mírame cuando lo note y cuando no me de cuenta, porque es tu mirada la que me llena de alegría.
No dejes de tocarme y acariciarme, son esas, tus manos las que anhelo constantemente cuando no las siento, y las busco entre recuerdos de sensaciones e imagino los momentos. 
Acaricia mi cabello como sólo tu lo sabes hacer, llenándome de tranquilidad, dándome paz.
¿Besarme ? Jamás oses en dejar de hacerlo, porque cuando mis labios logran encontrarse con los tuyos, aquellos suaves, dulces y templados mi corazón comienza a latir con mayor intensidad. Son tus labios los que deseo besar en todo instante, y desde el primer momento, en aquella noche que con dulzura y en silencio se encontraron, no podría jamás huir de ellos. Fue esa noche en que descubrí lo feliz que podía ser solo junto a ti.
No deseo libertad, si no estás para poder junto a ti volar. No deseo cercanía, si no eres tu quien tome mi mano y poder juntos caminar. No deseo desear, si no eres tu quién me saciará. No deseo los colores, si tu no estás para pintar mi mundo, tu mundo, nuestro mundo. Y las risas, las sonrisas, para que las quiero si no eres tu el que las provoque. Solo deseo tu presencia junto a la mía, solo anhelo seguir conociendo tu historia y con mis historia poder construir juntos nuestras memorias.
... Solo te quiero a ti, si, aquel hombre que apareció sin yo buscarlo, llegó sin previo aviso, y mi corazón revoloteo. Se apoderó de mis pensamientos y aún durmiendo se adueño de mis sueños. Aquel hombre que me hizo volver a creer en los cuentos de princesas, que me enseño a confiar. Solo contigo, mi negro lindo es que anhelo estar ... 

Avanzando junto a ti ...


Laberinto de ruidosas sensaciones que ahogan, que colapsan, que transforman los sentidos. Y huyo entre la gente, entre el tumulto de pisadas y palabras que se lanzan sin sentido, que se agolpan en mis oídos. Y los escucho repetidamente, aunque ya nadie las suelte, pero grabadas van quedando, marcando el paso frente a mi y las pienso una y mil veces intentando hacer oídos sordos frente a ellas, pero a veces son mas fuertes y permanecen, provocando que me fije a un punto neutro, obviando todo aquello que pueda ir sintiendo, anulando lo bello que pueda ir apareciendo y me escondo bajo un gran caparazón y a paso lento avanzo, sin sonidos, sin ruidos, sin imágenes vagas impactando violentamente ante mis ojos. Avanzo con precaución haciendo caso omiso a las frases indolentes que en nada aportan, al contrario provocan que el escondite se vuelva mas duro y polarizado a la vez. Avanzo arrancando del temor, del miedo al fracaso, del miedo al amor. Pero aunque la estructura fuera firme y los pasos lentos y precavidos, tu mirada me impacto y comenzó a calar en lo profundo del corazón.
Quise arrancar y opacar los sentimientos, sin embargo estos se fueron volviendo mas nítidos ante mi y sin querer reconocerlos los vi y los vivi. Fui con cautela asimilando el recorrido y los latidos comenzaron a salir. Fuiste guardando silencio y con paciencia te escondías junto a mi. Y en mi caminar, a mi lado comenzaste a avanzar. Lento, muy lento fui saliendo, con mas retrocesos que progresos, sin embargo éstos últimos se fueron haciendo fuertes e intensos y aunque eran menos fueron los que importaron al momento de decidir. 
Lejos, muy lejos fui a parar. Lleno de aire puro sin murmullos a mi alrededor. Lejos de todo, lejos de ti. Aún así te hiciste presente con mayor intensidad, aún así apareciste en mis pensamientos alejando mis miedos. Y ahora, con un temor disminuido creo que es junto a ti donde quiero estar y comenzar a avanzar porque te extraño, como no lo pensé, como no creí que podía ocurrir y quiero caminar a tu lado, descubriendo nuevos sucesos y viviendo momentos bellos. Dejando atrás el paso sin que éste entorpezca mi presente y anule mi futuro, sino que sintiendo éste presente que apareció ante mi sin yo buscarte, pero junto a mi ya te encontrabas y de a poco ibas encantando mi latir
Hoy, te extraño y solo quiero volver a verte y sentir tus labios, tus caricias, otra vez ...