Quisiera
sumergirme en el silencio de una ciudad que acelerada avanza sin perdonar el
ritmo del otro, obviar todo sonido amenazador y agobiante ante un deseo
inherente por querer estar otra vez junto a ti. Un anhelo tan simple tal vez
pero que últimamente se ha tornado difícil de lograr, estás cerca pero a la vez
tan lejos, blindados con problemas ajenos que perturban un andar tranquilo y
nos obligan a continuar bajo ese ritmo. Me miras, te miro y volvemos nuevamente
a involucrarnos en los quehaceres cotidianos que nos hacen olvidar al otro,
olvidar a aquel que con sólo el roce de
su mano sobre el rostro causa tranquilidad, un tranquilidad envolvente y logra
provocar felicidad. Siento tu olor impregnado en mis sentidos y con éste poder evocar
los momentos que anhelo cada vez con más fervor. Te pienso a cada instante aún
cuando cerca de mí puedes estar y te extraño, cuando no estás o me dejas de
mirar, besar, acariciar. Déjame quererte y poder ser feliz a tu lado, déjame regalonearte y que puedas descansar en mis brazos, déjame mirarte y así volver
a besarte una y otra vez, una y otra vez sin temor, sin caminar con el reloj,
si no que perdernos en el tiempo. Déjame avanzar a tu lado y destruir juntos
todo obstáculo que se vaya presentando, déjame abrazarte tan fuerte que
quedemos sin aliento, sin respiración, déjame quererte una vez más, dejame
amarte hasta el final.
0 comentarios:
Publicar un comentario