Vivencias que dejan huellas

Cada día se forja una historia en nuestras vidas con diferentes situaciones que nos van sucediendo, sin embargo sólo algunas van dejando huellas en nuestra memoria.

Cuento de Hadas


Desde pequeñas solemos soñar con un príncipe azul, valiente y que sea capaz de rescatar a su princesa, soportando toda adversidad, pasando todo obstáculo, destruyendo al dragón si es necesario para poder estar con su bella. Desde pequeñas solemos jugar a ser la bella doncella, esperando ser salvada. Desde que somos niñas nuestra imaginación vuela tan alto, que no medimos la inmensidad de aquellos sueños, y no pensamos que éstos, remotamente se harán realidad. Son ilusiones que se van diluyendo a medida que vamos creciendo y nos damos cuenta que aún no aparece ese príncipe que se atreva a correr por nosotras. A medida que pasa el tiempo vemos como nuestros sueños son destruidos por aquellos quienes dicen ser príncipes, quedando sepultados sin intención de revivir. A medida que el reloj da vueltas nos damos cuenta que no existe alguien que se la juegue por ti, que sea capaz de amarte y cuidarte. Sólo en los cuentos de hadas vemos triunfar a los grandes caballeros, sólo en los cuentos de hadas vemos a esos corazones valientes ir en contra de todo, para estar únicamente con su hermosa princesa, sólo en los cuentos de hadas vemos, que aunque la princesa arranque, él va a su encuentro, solamente en los cuentos de hadas, los que desde pequeñas nos contaban, vemos como el príncipe azul se la juega por despertarla, aunque ella este dormida. Será posible que en la realidad existan esos caballeros, osados y jugados, sin temor a lo que vendrá, sin miedo al que dirán? Será posible que exista aquel príncipe azul, valiente y capaz de reconocer cuando cometa un error, sin esconder la cabeza? Será posible encontrar a alguien que ame sin condiciones, en lo favorable y en lo adverso? Volamos entre quimeras, sin embargo, al momento de caer, recordamos que nada de eso es real.
Y ante todo esto, en medio de este cuento de hadas, dejo que el tiempo pase, intentando creer que llegará aquel príncipe azul, con el que tanto soñé.

Inmenso amor ...



El tiempo se detuvo y apareciste junto a mí, cuando menos te sentía me mostraste que aún a mi lado permanecías, y en el silencio a mi oído susurraste, que conmigo has estado, que de mi no te olvidaste. Sin dar un paso, y entre nubes me mostrabas tu amor, inmensa majestuosidad es de saber que tras el tumulto de algodones existía claridad, rayos del sol daban luminosidad a una oscuridad que amenazó con continuar, sin embargo, justo a tiempo apareció tu calor.
Sin palabras quedo al observar todo lo que hay, tanta belleza me deja sin aliento, queriendo continuar en este rincón del mundo al que me viniste a dejar. Y frente a todo esto, ante tal inmensidad agradezco tu bondad, agradezco el regalo que hoy me das.
En cada una de las estaciones pude estar, viviendo intensamente y con gozo el manantial de aguas que brotaban frente a mí, llenándome de vida, volviendo a sonreír, y así, atónita quedé cuando te vi, y entre lágrimas descubrí cuan grande es tu amor por mí, que aunque dudas opacaron mi sentir, nublando por momentos mi vivir, tu seguías siendo fiel.
Ya no existe temor, ya no hay oscuridad, sólo la confianza de saber que conmigo tu estas, ya no hay retroceso, sólo pasos por avanzar, tomada fuertemente de tu mano y juntos continuar.

Gracias Dios por todo tu amor…