Vivencias que dejan huellas

Cada día se forja una historia en nuestras vidas con diferentes situaciones que nos van sucediendo, sin embargo sólo algunas van dejando huellas en nuestra memoria.

Cuento de Hadas


Desde pequeñas solemos soñar con un príncipe azul, valiente y que sea capaz de rescatar a su princesa, soportando toda adversidad, pasando todo obstáculo, destruyendo al dragón si es necesario para poder estar con su bella. Desde pequeñas solemos jugar a ser la bella doncella, esperando ser salvada. Desde que somos niñas nuestra imaginación vuela tan alto, que no medimos la inmensidad de aquellos sueños, y no pensamos que éstos, remotamente se harán realidad. Son ilusiones que se van diluyendo a medida que vamos creciendo y nos damos cuenta que aún no aparece ese príncipe que se atreva a correr por nosotras. A medida que pasa el tiempo vemos como nuestros sueños son destruidos por aquellos quienes dicen ser príncipes, quedando sepultados sin intención de revivir. A medida que el reloj da vueltas nos damos cuenta que no existe alguien que se la juegue por ti, que sea capaz de amarte y cuidarte. Sólo en los cuentos de hadas vemos triunfar a los grandes caballeros, sólo en los cuentos de hadas vemos a esos corazones valientes ir en contra de todo, para estar únicamente con su hermosa princesa, sólo en los cuentos de hadas vemos, que aunque la princesa arranque, él va a su encuentro, solamente en los cuentos de hadas, los que desde pequeñas nos contaban, vemos como el príncipe azul se la juega por despertarla, aunque ella este dormida. Será posible que en la realidad existan esos caballeros, osados y jugados, sin temor a lo que vendrá, sin miedo al que dirán? Será posible que exista aquel príncipe azul, valiente y capaz de reconocer cuando cometa un error, sin esconder la cabeza? Será posible encontrar a alguien que ame sin condiciones, en lo favorable y en lo adverso? Volamos entre quimeras, sin embargo, al momento de caer, recordamos que nada de eso es real.
Y ante todo esto, en medio de este cuento de hadas, dejo que el tiempo pase, intentando creer que llegará aquel príncipe azul, con el que tanto soñé.