Vivencias que dejan huellas

Cada día se forja una historia en nuestras vidas con diferentes situaciones que nos van sucediendo, sin embargo sólo algunas van dejando huellas en nuestra memoria.

Déjame ...


Quisiera sumergirme en el silencio de una ciudad que acelerada avanza sin perdonar el ritmo del otro, obviar todo sonido amenazador y agobiante ante un deseo inherente por querer estar otra vez junto a ti. Un anhelo tan simple tal vez pero que últimamente se ha tornado difícil de lograr, estás cerca pero a la vez tan lejos, blindados con problemas ajenos que perturban un andar tranquilo y nos obligan a continuar bajo ese ritmo. Me miras, te miro y volvemos nuevamente a involucrarnos en los quehaceres cotidianos que nos hacen olvidar al otro, olvidar  a aquel que con sólo el roce de su mano sobre el rostro causa tranquilidad, un tranquilidad envolvente y logra provocar felicidad. Siento tu olor impregnado en mis sentidos y con éste poder evocar los momentos que anhelo cada vez con más fervor. Te pienso a cada instante aún cuando cerca de mí puedes estar y te extraño, cuando no estás o me dejas de mirar, besar, acariciar. Déjame quererte y poder ser feliz a tu lado, déjame regalonearte y que puedas descansar en mis brazos, déjame mirarte y así volver a besarte una y otra vez, una y otra vez sin temor, sin caminar con el reloj, si no que perdernos en el tiempo. Déjame avanzar a tu lado y destruir juntos todo obstáculo que se vaya presentando, déjame abrazarte tan fuerte que quedemos sin aliento, sin respiración, déjame quererte una vez más, dejame amarte hasta el final.